Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, se encuentra en el centro de la atención internacional tras ser diagnosticada con una neumonía grave que le ha impedido retomar sus funciones luego de las vacaciones de invierno. Este diagnóstico, confirmado por un portavoz de la Comisión, ha generado preocupación no solo por su estado de salud, sino también por las posibles repercusiones en los compromisos políticos y económicos de la Unión Europea. La enfermedad le ha impedido asistir a actos significativos, como la inauguración de la presidencia polaca de la UE en Gdansk, lo que ha suscitado interrogantes sobre el manejo de su agenda y responsabilidades en un momento crucial para el bloque.
Von der Leyen, quien asumió el cargo de presidenta de la Comisión Europea en diciembre de 2019 y se convirtió en la primera mujer en liderar este organismo, ha sido una figura central en la respuesta de la UE a crisis como la pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania. Bajo su liderazgo, se impulsó el Plan de Recuperación de la UE y se promovieron iniciativas en áreas clave como el cambio climático y la digitalización. No encontrar un sustituto temporal para sus funciones mientras enfrenta esta enfermedad, caracterizada por síntomas que pueden incluir fiebre alta y dificultad para respirar, podría complicar la toma de decisiones críticas para la estabilidad futura del bloque en un escenario lleno de desafíos.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.