En un contexto de creciente agitación social y económica, el reciente número de enero de 2025 de La Brecha ofrece una visión prometedora sobre la creación de una "Confederación de Luchas". Esta edición, la número 29, ha sido elaborada por voces destacadas del activismo madrileño: Elisa Molina Urruela, del Sindicato de Inquilinas de Madrid, y Sofía Pérez Azula, de Ecologistas en Acción Madrid.
La Brecha, conocida por su enfoque en visibilizar las realidades y retos de la clase trabajadora, dedica este mes a analizar una iniciativa que toma fuerza entre colectivos de Madrid, Bilbo, Barcelona y Sevilla. El proyecto de "Confederación de Luchas" busca llevar la cooperación entre colectivos más allá de la respuesta individual. Molina y Pérez Azula describen esta iniciativa como un esfuerzo necesario para enfrentar una crisis que es, en sus palabras, "multidimensional", y que exige un enfoque amplio y colaborativo para desafiar un sistema capitalista que erosiona vidas y territorios.
Los artículos de esta edición destacan la relevancia de construir alianzas sólidas entre diversos sectores sociales. "Las luchas sectoriales han sido fundamentales para desarrollar estructuras de movilización efectiva," señalan Molina y Pérez Azula, "pero ahora debemos pensar en cómo organizarnos para enfrentar las crisis actuales y futuras conjuntamente."
El colectivo editor de La Brecha aboga por que la Confederación de Luchas se convierta en un espacio donde converjan perspectivas diversas, estrategias y recursos con el fin de conformar un contrapoder sólido frente a las adversidades actuales. A lo largo de este número, se exploran los cimientos de esta futura confederación.
Como siempre, La Brecha sigue comprometida con su misión de ofrecer análisis profundos y concretos del panorama socioeconómico y del impacto de las acciones sindicales. Este número no es solo una llamada a la acción, sino también un mapa que traza el camino hacia un frente común, una unión más allá de la suma de sus partes, que aspira a ser un referente en la transformación social.
Fuente: CGT