El clima de tensión y violencia hacia la comunidad trans ha alcanzado niveles alarmantes, según activistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos. En un contexto donde el ascenso de la extrema derecha en Estados Unidos, Argentina y Europa estaría señalando a las personas trans como objetivo, se observa un preocupante incremento del discurso de odio en redes sociales y en la vida cotidiana.
Se estima que las agresiones contra personas trans han aumentado en aproximadamente un 65%. Este incremento, señalan los expertos, no es un fenómeno aislado, sino que se inscribe en un clima global de intolerancia promovido por líderes políticos como Donald Trump, Javier Milei y Santiago Abascal. Estos personajes, según indican, han encontrado un aliado en la difusión impune de mensajes de odio en redes sociales, facilitada por los gigantes tecnológicos.
Frente a esta situación, y en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Trans, surge un llamado urgente a levantarse contra la transfobia. Organizaciones y colectivos han convocado a una manifestación que tendrá lugar el 29 de marzo a las 18:00 horas, partiendo desde la Plaza Pedro Zerolo en Madrid. Este evento busca no solo visibilizar y denunciar las agresiones, sino también reforzar el mensaje de que defender a las personas trans es defender al colectivo LGTBIQA+ y, por ende, los derechos humanos universales.
«Defender los derechos trans, es defender los derechos humanos», insisten los convocantes. Subrayan que el ataque contra las personas trans representa un ataque más amplio contra la diversidad y la inclusión que todo movimiento de derechos humanos debe combatir.
La creciente ola de violencia y odio ha generado una respuesta unificada por parte de colectivos y aliados, que exhortan al público a no permanecer en silencio. Destacan la importancia de la presencia masiva en las calles como una muestra de solidaridad y de rechazo contundente a la discriminación.
La manifestación del 29 de marzo busca ser un punto de inflexión. Los organizadores esperan unir a miles de personas en una sola voz contra la violencia e intolerancia, para así construir una sociedad más justa e inclusiva, donde la transfobia no tenga cabida. La comunidad trans y sus aliados han dejado claro que no se quedarán de brazos cruzados, y que seguirán en pie de lucha por sus derechos y por el respeto que merecen.
Fuente: CGT
