La Comunidad de Madrid ha dado un paso significativo en el ámbito de la atención neonatal con la creación de la primera Unidad de Estancia Madre-Hijo en el Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón. Este innovador proyecto busca garantizar que los bebés ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Servicio de Neonatología puedan contar con la presencia constante de sus padres durante el tratamiento.
La consejera de Sanidad del Gobierno regional, Fátima Matute, recorrió las nuevas instalaciones y resaltó el impacto positivo que se espera de esta iniciativa pionera en España. Matute describió la unidad como “un gran avance en humanización, innovación, calidad asistencial y seguridad del paciente”.
Esta nueva infraestructura se alinea con las tendencias más avanzadas en el cuidado neonatal, priorizando el vínculo entre los recién nacidos y sus padres, fundamental para el desarrollo emocional y afectivo del bebé. La implementación de esta unidad no solo busca mejorar el bienestar de los pequeños pacientes, sino también ofrecer tranquilidad y apoyo a las familias en momentos de considerable estrés y preocupación.
Con este paso, la Comunidad de Madrid reafirma su compromiso con la excelencia sanitaria, marcando un precedente en el sistema de salud pública del país y estableciendo un modelo que podría ser replicado en otras regiones. La iniciativa refleja un enfoque integral hacia el cuidado del paciente, integrando elementos clave que contribuyen al proceso de recuperación y bienestar de los bebés y sus familias.