El Pleno de la Junta Municipal de Centro de Madrid dio luz verde este jueves a una propuesta que busca rendir homenaje al Cuerpo de Cronistas de la Villa de Madrid al otorgarles un espacio propio en el callejero de la capital. La nueva plaza se encontrará situada en el espacio urbano delimitado por las calles de Madrid, Rollo, Sacramento y Duque de Nájera, una decisión que fue aprobada de forma unánime y que será presentada próximamente a la Junta de Gobierno para su ratificación.
El Ayuntamiento de Madrid, con esta iniciativa, no solo reconoce el invaluable aporte de los cronistas al conocimiento de la historia, cultura e identidad de la ciudad, sino que también subraya el papel esencial que desempeñan estas figuras en la preservación de la memoria colectiva. Actualmente, el Cuerpo de Cronistas de la Villa está compuesto por 12 miembros, entre los que destacan Alfredo Alvar, Rosalía Domínguez, María Teresa Fernández Talaya, Sara Medialdea y Carlos González Esteban, quienes fueron distinguidos con este título el pasado diciembre.
El rol de cronista de Madrid ha sido históricamente honorífico y vitalicio, remontándose su origen al 15 de julio de 1864 con la designación de Ramón de Mesonero Romanos como el primer cronista mayor y oficial de la villa. A lo largo de los años, este honor ha sido conferido a diversos individuos que se han destacado por su trabajo en la difusión de temas relacionados con la ciudad.
Fue en 1923 cuando el Cuerpo de Cronistas Oficiales de la Villa se institucionalizó oficialmente, contando con el nombramiento de personajes ilustres como Pedro de Répide y Antonio Velasco Zazo. Este cuerpo tan emblemático ha evolucionado mediante varias reformas estatutarias, con la primera oficialización reglamentaria en 1942 y con estatutos revisados en 1998 y 2022, junto con el Reglamento de Distinciones Honoríficas actualmente vigente.
El proyecto de la plaza representa un reconocimiento tangible a los cronistas madrileños y su legado, asegurando que las crónicas de Madrid continúen resonando en cada rincón de la ciudad. La materialización de esta iniciativa es un paso significativo en la salvaguarda de la identidad madrileña, recordando a todos la importancia de aquellos que dedican sus vidas a narrar y preservar las historias que conforman el tejido histórico y cultural de Madrid.