Los megaincendios forestales, fenómenos de gran magnitud que están aumentando en frecuencia e intensidad, han provocado un debate urgente sobre la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y gestión de los bosques. Estos incendios, impulsados por el cambio climático y una inadecuada gestión forestal, resultan cada vez más difíciles de controlar, causando devastación en vastas áreas y poniendo en riesgo a comunidades y ecosistemas enteros. La situación ha puesto en jaque a los servicios de emergencia, que luchan por contener las llamas con recursos que a menudo son insuficientes para la magnitud de los desastres.
Especialistas en gestión medioambiental destacan la necesidad de implementar medidas preventivas más efectivas, como la creación de cortafuegos, la limpieza de los bosques y la reforestación con especies menos inflamables. Además, insisten en mejorar la capacitación y los recursos para el personal de bomberos. La opinión pública y diversos sectores gubernamentales abogan por un enfoque integrado que articule políticas de mitigación del cambio climático con estrategias de gestión forestal, buscando reducir el riesgo de incendios y sus devastadores impactos. La creciente amenaza de los megaincendios plantea un desafío ineludible que requiere una respuesta concertada y proactiva.
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