Hace poco más de 30 años, el acceso a Internet en España era casi exclusivo de universidades, grandes empresas y centros de investigación. Mientras tanto, los usuarios más curiosos e innovadores se conectaban a través de técnicas rudimentarias que hoy parecen sacadas de otra era.
A finales de los 80 y principios de los 90, antes de que Internet estuviera disponible para el público general, las BBS (Bulletin Board Systems) se convirtieron en el medio preferido para intercambiar mensajes y archivos. Destacaba Fidonet, una red internacional que servía como punto de encuentro para los entusiastas de la informática en España. Sin embargo, los costes eran un gran obstáculo; cada conexión se tarifaba como una llamada telefónica, lo que limitaba su uso a quienes podían permitirse largas sesiones.
Por otro lado, CompuServe ofrecía una especie de Internet privado. Llegó a España con servicios como correo electrónico y foros, pero a un precio prohibitivo y con una interfaz exclusivamente en inglés, restringiendo aún más su acceso.
Mientras el público general encontraba obstáculos técnicos y económicos para conectarse, las universidades y grandes corporaciones ya estaban explorando las posibilidades de Internet a través de redes como RedIRIS. No obstante, era un privilegio relacionado principalmente con la investigación y el desarrollo.
En 1995, el panorama cambió radicalmente con la llegada de Infovía. Este servicio de Telefónica permitía conectarse a Internet desde cualquier parte de España simplemente marcando el 055. La revolucionaria propuesta ofrecía un modelo de facturación unificado, basado en la tarifa de una llamada local. A pesar de que las velocidades eran irrisorias comparadas con las actuales, este cambio posibilitó que miles de españoles experimentaran la red global.
La experiencia de conectarse a Internet en aquellos días era un baile de pitidos y chirridos del módem. Las interrupciones por descolgar el teléfono eran comunes y las discusiones familiares, frecuentes. Aun así, esta era digital emergente marcó un antes y un después.
La presentación de Infovía coincidió con la visita de Bill Gates a Madrid y la promoción de Windows 95. La estrategia fue eficaz: en solo un año, se conectaron 100.000 usuarios residenciales.
El avance continuó con Infovía Plus en 1999, que introdujo mejoras significativas en velocidad y estabilidad, y preparó el camino hacia las tarifas planas que acompañaron la liberalización de las telecomunicaciones.
Hoy, con las conexiones por ADSL, fibra óptica y 5G, la experiencia de navegar es incomparablemente más rápida y accesible. Sin embargo, el hito que supuso Infovía no debe subestimarse: transformó Internet de ser un lujo para pocos a un recurso accesible para muchos.
Más información y referencias en Noticias Cloud.