Con el verano tocando a su fin, muchos españoles pueden reflexionar sobre las vacaciones pasadas, en las que disfrutar de unos días de descanso en hoteles fue la opción más popular. Sin embargo, según un estudio reciente realizado por el buscador de hoteles y apartamentos Hotelscam, los españoles destacaron no solo por su afán de relajarse, sino también por ser los que más normas de los hoteles incumplen entre los turistas de varios países europeos.
Dentro del informe, se desglosan las prohibiciones más habituales que los españoles tienden a violar durante su estancia en alojamientos. Entre las más comunes se encuentran el aprovisionamiento de comida del desayuno para consumirla más tarde, fumar cerca de la ventana de una habitación de no fumadores, y llevarse toallas o albornoces del hotel. Otra práctica particularmente extendida es consumir las botellas del minibar y rellenarlas con agua o zumo. Esta conducta es tan frecuente que el estudio señala que un tercio de los españoles admite haberlo hecho.
Además de estas actitudes, se observan otras como dejar toallas en las hamacas de la piscina durante todo el día para reservar sitio, meter a una persona adicional en la habitación sin notificarlo, y bañarse en la piscina fuera del horario permitido.
Un aspecto llamativo del estudio es la preferencia por los alcoholes blancos cuando se trata de rellenar las botellas del minibar. Bebidas como la ginebra, el ron blanco y el vodka son las favoritas debido a la facilidad con la que se pueden reemplazar con agua. En cuanto al whisky, este suele ser suplantado por zumo de manzana o té. De acuerdo con el informe, el 70% de las personas que lleva a cabo estas prácticas ya tiene la estrategia pensada desde casa, y el 80% afirmó que la idea surgió por recomendaciones de amigos o familiares que ya lo habían hecho anteriormente.
Comparando a nivel internacional, los españoles se colocan como los líderes indiscutibles en cuanto a saltarse las normas hoteleras. A continuación de ellos, en orden descendente, se encuentran los italianos, portugueses, británicos y franceses.
Este comportamiento plantea preguntas sobre el respeto de las normas y cómo los alojamientos pueden gestionar mejor estas situaciones. Mientras tanto, muchos admitirán alguna travesura menor como llevarse un recuerdo del hotel o disfrutar un bocadillo del desayuno más tarde.
En última instancia, estas anécdotas invitan a la reflexión sobre el comportamiento durante las vacaciones. Y tú, ¿alguna vez has «robado» algo de un hotel? Comparte tus experiencias y descubre si tus hábitos son tan comunes como parecen.