En un contexto donde la captación de menores por bandas juveniles violentas se ha convertido en una preocupación creciente, el proyecto ‘La Tribu del 12’, iniciado en Puente de Vallecas, se plantea como una alternativa efectiva para frenar esta problemática. Esta iniciativa, que se lleva a cabo en el CEIP El Madroño, ofrece a los jóvenes un entorno seguro para construir una identidad positiva fuera del alcance de las influencias nocivas.
El objetivo de ‘La Tribu del 12’ es claro: proporcionar un espacio donde los niños y niñas puedan desarrollar vínculos saludables, reducir la soledad no deseada y fomentar el autocuidado. Desde su lanzamiento, ha logrado reducir notablemente el nivel de absentismo escolar entre los menores más vulnerables, demostrando así su impacto positivo en la comunidad.
El germen del proyecto se originó al observarse que cada vez más menores de edades tan tempranas como los 9 o 10 años se veían envueltos en agrupaciones violentas. La influencia digital, a través de internet y dispositivos móviles, ha facilitado el acercamiento de estos niños a bandas, ampliando la problemática más allá de los entornos tradicionales como los institutos.
Miguel Ángel Álvarez Tornero, coordinador del proyecto y director del Centro Municipal de Salud Comunitaria en Puente de Vallecas, destaca la importancia de ofrecer a estos jóvenes un sentido de pertenencia, similar al que les proponen las bandas. Con el apoyo de diversos profesionales, desde educadores sociales hasta monitores de baile, ‘La Tribu del 12’ se propone como una red de apoyo alternativa.
Actualmente, el proyecto cuenta con 32 participantes, pero la intención es expandirlo a otros centros educativos de la zona. Ya ha demostrado ser un éxito al reducir el absentismo escolar de un 40 % a un 4 % en tan solo una semana. Las actividades extracurriculares, que incluyen desde salidas culturales hasta apoyo escolar, se configuran como un elemento esencial para el bienestar y la estabilidad académica de los jóvenes.
El perfil de los participantes suele caracterizarse por situaciones de vulnerabilidad, como hogares monoparentales o el duelo migratorio, factores que incrementan la predisposición a ser captados por entornos delictivos. ‘La Tribu del 12’ busca contrarrestar estos riesgos, proporcionando un espacio de desarrollo personal y emocional.
Mientras que la problemática de fondo sigue siendo compleja y desafiante, el éxito inicial del proyecto señala un camino esperanzador. En palabras de un participante, “desde que estoy en la Tribu tengo menos ataques de ansiedad”, lo cual confirma que este espacio proporciona un refugio emocional y social para quienes más lo necesitan.
A medida que el proyecto avanza, sus responsables invitan a toda la comunidad a involucrarse y a seguir ofreciendo nuevas oportunidades a los menores, para que cada uno de ellos encuentre su lugar en un entorno más seguro y prometedor.
Fuente: Diario.Madrid.es