El asteroide (887) Alinda, un objeto de la familia de asteroides Amor descubierto por el astrónomo alemán Max Wolf en 1918, realizó un inusual acercamiento a la Tierra el pasado 8 de enero, situándose a solo 12.9 millones de kilómetros de nuestro planeta. Este evento, que se repite aproximadamente una vez por década, generó gran interés en la comunidad científica debido a las características del asteroide, que con un tamaño estimado de 4.2 kilómetros de ancho, se convierte en uno de los cuerpos más grandes en acercarse tanto a la Tierra hasta el año 2200. Alinda alcanzó su brillo máximo unos días después, el 12 de enero, con una magnitud de 9.4, permitiendo que aficionados y profesionales observaran su trayectoria mediante telescopios y prismáticos.
El paso cercano de Alinda ha puesto de relieve la importancia de desarrollar estrategias efectivas de defensa planetaria para mitigar riesgos futuros asociados a objetos celestes peligrosos. En este contexto, la misión DART de la NASA, probada con éxito en 2022, demostró la viabilidad de desviar asteroides mediante impactos controlados, marcando un avance significativo en la protección de la Tierra. Estas iniciativas también están siendo impulsadas por otras naciones, como China, que planea establecer su propio programa de desviación de asteroides antes de 2030. Mientras tanto, más eventos astronómicos destacarán en el firmamento, con fenómenos como la alineación planetaria que se extiende hasta marzo, prometiendo un espectáculo celestial continuo para los observadores en todo el mundo.
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