Los ecos de la polémica han vuelto a resonar en Eurovisión, que se celebró este sábado en Basilea, Suiza. Durante la actuación de Yuval Raphael, representante de Israel, el público mostró su desaprobación con abucheos, aunque estos fueron menos intensos que en la edición anterior. A pesar de las tensiones, Israel logró un segundo lugar, casi coronándose como ganador, un hecho que solo fue impedido por el televoto a Austria en el último momento. Los abucheos se sintieron especialmente en el inicio y el cierre de la canción de Raphael, «New Day Will Rise», aunque el resto de la interpretación se desarrolló sin incidentes.
La controversia en torno a la participación de Israel ha estado presente desde la edición pasada, cuando la cantante Eden Golan enfrentó el rechazo en medio de un clima de tensiones políticas. Este año, la actuación de Yuval Raphael cobra un sentido simbólico adicional, ya que ella es sobreviviente de un ataque perpetrado por Hamás en octubre de 2023. La organización del festival ha reiterado su compromiso con un entorno neutral y respetuoso, aunque el episodio de abucheos resalta la polarización política que rodea al evento. El festival, a pesar de su condición de celebración musical, sigue siendo un escenario donde la política y el arte se entrelazan de manera compleja.
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