La Unidad Militar de Emergencias (UME) y diversas brigadas trabajan intensamente para controlar el incendio que se inició en Méntrida, Toledo, extendiéndose hasta Navalcarnero, en la Comunidad de Madrid. El fuego, que ha arrasado aproximadamente 2.500 hectáreas, ha obligado a desalojar a medio centenar de personas de la urbanización Calypo Fado. Madrid ha asumido el mando unificado de la extinción, coordinando las acciones con Castilla-La Mancha, aunque aún se desconocen las causas del siniestro. El avance de las llamas ha generado una columna de humo visible desde varios puntos de Madrid, incluyendo la capital.
Las autoridades han implementado medidas preventivas, como el cierre de la carretera A-5, para facilitar las labores de extinción mientras se notificaba a los residentes que permanecieran en sus hogares. Alrededor de 148 efectivos, apoyados por 45 medios aéreos y terrestres de ambas regiones, colaboran en la lucha contra el fuego. Sin embargo, el incendio ya ha causado daños significativos en áreas de cultivo y monte bajo. En paralelo, un incendio en la Cañada Real, también en Madrid, fue controlado por bomberos tras afectar a algunas chabolas y una nave, por lo que se realizó un desalojo preventivo en la zona.
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