En la redada nazi del 16 de octubre de 1943, la tragedia de la familia de Settimio Calò en el gueto de Roma se convirtió en un desgarrador testimonio del horror del Holocausto. Calò salió de casa aquella mañana para comprar tabaco y al regresar, su hogar estaba vacío. Su esposa Clelia Frascati y sus diez hijos, junto con un sobrino, habían sido deportados a Auschwitz, de donde ninguno regresó. Las edades de los niños iban desde Bellina de 22 años hasta Samuele, un bebé de solo seis meses. Esta trágica pérdida destaca la brutalidad con la que las familias judías fueron arrancadas de sus comunidades durante esa época.
El reciente caso de la doctora Alaa Al-Najjar en Gaza evoca recuerdos dolorosos de la familia Calò, mostrando que la devastación de los conflictos armados sigue presente. El 23 de mayo de 2025, mientras Al-Najjar trabajaba en un hospital, su casa en Jan Yunis fue bombardeada, resultando en la muerte de nueve de sus diez hijos. Las edades de los niños fallecidos iban desde Yahya, de 12 años, hasta Sidra, de seis meses. Solo Adam, de 11 años, y su esposo Hamdi sobrevivieron, aunque se encuentran en estado grave. Este incidente resalta la urgente necesidad de abordar el impacto humano de la violencia en zonas de conflicto.
Leer noticia completa en El Pais.