Un reciente avance en el tratamiento del cáncer ha sido presentado por un equipo de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital del Mar, en colaboración con la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra. Han desarrollado una innovadora herramienta basada en la modificación genética de las células Natural Killers (NK), destacadas por su rol crucial en el sistema inmunitario, especialmente en la detección y eliminación de células cancerosas.
El hallazgo se centra en moléculas secretadas por ciertos tipos de cáncer, TGF-β y Activina A, que suprimen la capacidad de las células NK para atacar los tumores. Mediante la tecnología de edición genética CRISPR/Cas9, los científicos han logrado desactivar el gen SMAD4, el cual está implicado en la señalización de estas moléculas inhibidoras. Esto permite que las células NK eludan la influencia negativa de TGF-β y Activina A y aumenten su capacidad para destruir células tumorales.
Los resultados de los ensayos preclínicos realizados en modelos de cáncer de mama HER2 positivo y cáncer colorrectal metastásico son prometedores. Las células NK modificadas han demostrado ser significativamente más efectivas en el control del crecimiento tumoral. Según la Dra. Aura Muntasell, investigadora principal, las células modificadas genéticamente mostraron una mayor efectividad en el control del crecimiento tumoral en comparación con aquellas no modificadas.
Este proyecto no solo cuenta con la participación de prestigiosas instituciones europeas como el Karolinska Institutet de Suecia, sino también con empresas especializadas en terapias celulares. La versatilidad de esta estrategia ha sido confirmada, ya que puede aplicarse a distintas clases de células NK, incluidas las que utilizan receptores de antígenos quiméricos (CAR), lo que amplía su potencial aplicación en diversas terapias oncológicas.
La Dra. Clara Montagut, jefa de cáncer gastrointestinal del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, subrayó que este avance abre nuevas oportunidades de tratamiento para pacientes con tumores sólidos resistentes a la inmunoterapia convencional. La intención del equipo es avanzar hacia un ensayo clínico de fase I para evaluar la seguridad y tolerabilidad de estas células NK en combinación con otros tratamientos en pacientes con cáncer colorrectal refractario.
Este descubrimiento representa un avance significativo en el fortalecimiento de la respuesta inmunitaria frente a tumores sólidos, marcando un nuevo capítulo en la lucha contra el cáncer.