La Comunidad Valenciana enfrenta una situación crítica debido a severas inundaciones, lo que ha llevado a la activación de la situación 2 del Plan de Inundaciones en toda la provincia de Valencia. En respuesta a la emergencia, se han desplegado cerca de 2.450 bomberos y unos 8.000 militares, incluyendo 52 buceadores, junto con 9.700 agentes de policía nacional y guardia civil y 130 efectivos de la Policía de la Generalitat. Se han impuesto restricciones de circulación vigentes hasta la medianoche del domingo en varios municipios, como Aldaia, Alaquàs y Picanya, entre otros, para permitir el uso de maquinaria pesada en las tareas de emergencia. Las comunicaciones también se ven afectadas con cortes en más de una treintena de carreteras importantes.
En un esfuerzo por mitigar el impacto en la comunidad, se han habilitado oficinas móviles para expedir documentos de identidad en algunas localidades y la Cruz Roja ha instalado un albergue en Burjassot para los damnificados. Además, la Plataforma del Voluntariado ha movilizado a 1.400 voluntarios diarios apoyados por 27 autobuses. Las autoridades recalcan la importancia de seguir las recomendaciones de Salud Pública, instando a los ciudadanos a usar mascarillas, guantes y ropa protectora, especialmente al manipular agua estancada o lodo, para garantizar la seguridad y salud durante esta emergencia.
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