El Gobierno ha adoptado una postura combativa frente a la filtración de mensajes privados entre el presidente y José Luis Ábalos, divulgados por el diario El Mundo. Ábalos, exmano derecha del presidente y actualmente en el Grupo Mixto del Congreso, está en proceso de expulsión del PSOE debido a su implicación en el "caso Koldo", un escándalo relacionado con contratos irregulares para el suministro de mascarillas durante la pandemia en el Ministerio de Transportes. Ante esta situación, y después de momentos de incertidumbre, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, anunció que el Ejecutivo espera la decisión de un juez sobre la apertura de una investigación por la filtración, y en caso de inacción judicial, el Gobierno procederá a denunciar para asegurar que se ponga en marcha.
La información filtrada fue incautada a Koldo García, relacionado con el escándalo, en un apartamento. El Gobierno insiste en que los mensajes no contienen nada comprometedor, pero planea tomar acciones legales para proteger la confidencialidad y seguridad de las comunicaciones del presidente. La medida refleja la determinación del Ejecutivo de mantener el control sobre una situación potencialmente dañina, subrayando la importancia de las acciones legales como medio para gestionar la crisis derivada de las revelaciones en medios de comunicación.
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