Los líderes políticos de Alemania, el actual canciller Olaf Scholz y el aspirante Friedrich Merz, realizaron sus últimos esfuerzos para movilizar a los votantes antes de las elecciones al Bundestag que se celebran este 23 de febrero. En una campaña marcada por la preocupación por la economía alemana y los recientes ataques terroristas relacionados con inmigrantes ilegales, Merkel busca superar pronósticos que no le son favorables. Por otro lado, Merz, líder de la CDU, lidera las encuestas, prometiendo una reactivación económica y medidas estrictas contra la inmigración ilegal. La situación política en Alemania, el país más poblado y una de las mayores economías de la Unión Europea, cobra relevancia al definir el liderazgo futuro en un contexto de incertidumbres globales.
El día de las elecciones, aproximadamente 59 millones de alemanes están llamados a las urnas, enfrentando desafíos internos como la amenaza de una recesión económica prolongada y el papel de Alemania en las relaciones internacionales, especialmente en su relación con Estados Unidos y el conflicto en Ucrania. Las elecciones se llevan a cabo con un complejo sistema de votación que permite a los ciudadanos emitir dos votos, influyendo directamente en la composición del Bundestag. Las últimas encuestas sugieren que Merz podría necesitar una coalición para gobernar, con Alternativa para Alemania y los socialdemócratas de Scholz en la carrera por el segundo puesto. La participación política en este proceso electoral será crucial para definir el rumbo no solo de Alemania, sino también de la agenda europea en los próximos años.
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