La Casa Blanca ha descrito las recientes conversaciones diplomáticas con Irán como un «paso adelante» significativo hacia un acuerdo mutuamente beneficioso, calificándolas de «positivas y constructivas». Este diálogo, celebrado en Mascate, Omán, involucró al enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff, y al ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí. Según un comunicado oficial, Witkoff reiteró el mandato del presidente Donald Trump de resolver las diferencias bilaterales a través del diálogo y la diplomacia. La administración estadounidense agradeció al sultanato de Omán por facilitar este encuentro que duró aproximadamente dos horas y media, y se destacó la disposición de ambas partes para reunirse nuevamente el próximo 19 de abril en la misma localidad.
Por su parte, la Cancillería iraní informó que las discusiones abordaron el programa nuclear iraní y las sanciones estadounidenses, bajo un “ambiente constructivo y de respeto mutuo”. Sin embargo, el intercambio de mensajes se realizó indirectamente mediante el ministro de Exteriores omaní, a pesar del deseo de Washington por comunicaciones directas. Estados Unidos expresó su interés en ampliar el ámbito de las conversaciones para incluir los sistemas de misiles iraníes y su apoyo a grupos regionales como los hutíes en Yemen y Hezbolá en Líbano, mientras que Irán prefirió centrarse exclusivamente en su programa nuclear. Las negociaciones, según el presidente Trump, parecen bien encaminadas, aunque prefirió no ahondar en detalles hasta lograr resultados concretos.
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