En una jornada marcada por la tensión política, Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, comparece ante el juez Peinado en los juzgados de Plaza de Castilla. Gómez está bajo investigación por supuestos cargos de tráfico de influencias y corrupción relacionados con su participación en la creación de una cátedra en la Universidad Complutense, tras denuncias originadas por grupos de extrema derecha fundamentadas en datos de prensa, algunos de ellos desmentidos como falsos. Tras nueve meses de indagaciones, la investigación no ha arrojado evidencias concluyentes de actividades delictivas. En paralelo, Juan José Güemes, exconsejero de la Comunidad de Madrid, también está citado a declarar, aportando más interés a una jornada ya cargada de expectativas judiciales y mediáticas.
Mientras tanto, en el Congreso de los Diputados, se desarrolla una sesión de control al Gobierno donde se anticipa que el Partido Popular (PP) utilizará estos casos como ariete contra el Ejecutivo de Sánchez. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene previsto volver a desafiar a Sánchez, cuestionando la integridad de sus declaraciones sobre las supuestas filtraciones judiciales al PP desde la copa de Navidad en Moncloa, sugiriendo un presunto favoritismo judicial hacia el partido opositor. Estas acusaciones se suman al ya tenso ambiente político, con el PP calificando esta semana como una “semana fantástica” de la corrupción gubernamental, buscando capitalizar políticamente las controversias en torno a figuras cercanas al presidente.
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