En medio de un escándalo de corrupción que envuelve a los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, el presidente Pedro Sánchez ha tomado medidas contundentes para abordar la situación. Durante su intervención este miércoles, Sánchez detalló un conjunto de 13 medidas propuestas en el reciente Comité Federal del partido, dirigidas a reforzar la transparencia y el control interno. Entre las iniciativas destacadas se incluyen la realización de controles patrimoniales aleatorios a altos cargos y el incremento de cargos colegiados. Esta última medida busca implementar un mecanismo de control cruzado, basado en la doble firma, para asegurar que las decisiones, especialmente las económicas, sean más horizontales y supervisadas.
Además, Sánchez ha decidido reforzar la autonomía del sistema de cumplimiento normativo, el cual ahora dependerá directamente de la Ejecutiva Federal. Este sistema se verá fortalecido con más recursos y miembros, y se le otorgará la capacidad de encargar auditorías a empresas externas. Asimismo, podrán solicitar información, de manera confidencial, a cualquier miembro del partido para investigar posibles casos de corrupción. Estas decisiones se enmarcan en el contexto del informe de la UCO del 12 de junio, que relacionó formalmente a Santos Cerdán con una trama corrupta, lo que llevó a Sánchez a ordenar una auditoría externa e independiente de las finanzas del partido.
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