En una escalada de ataques con drones durante la noche, Kiev ha informado sobre el derribo de 47 de los 90 drones lanzados por las fuerzas rusas. Este despliegue de vehículos no tripulados es parte de las continuas hostilidades en la región, donde ambas naciones mantienen un pulso de acción-reacción en el ámbito militar. Desde Moscú, el Ministerio de Defensa ha reclamado que sus sistemas de defensa han conseguido repeler 31 drones ucranios que volaban sobre territorio ruso. Las regiones afectadas incluyen Voronezh, Belgorod, y entre Rostov y Kursk, donde se desplegaron medidas para mitigar el impacto de los aparatos no tripulados. Este intercambio nocturno no solo refleja la persistencia del conflicto, sino también subraya el creciente protagonismo de los drones en este enfrentamiento moderno.
Las repercusiones del conflicto se extienden a nivel humano con tres personas heridas, una de ellas un niño de siete años, en la región rusa de Belgorod. El gobernador local, Viacheslav Gladkov, ha informado sobre este incidente en su canal de Telegram, destacando la vulnerabilidad y el riesgo para los civiles en zonas fronterizas. Al mismo tiempo, en Voronezh, el gobernador Alexander Gusev ha confirmado el derribo de más de 15 drones sin reportar daños significativos hasta el momento. En Ucrania, las autoridades han señalado varios ataques con drones, con explosiones reportadas cerca de Kiev y en la región de Chernihiv. Estos eventos ilustran el tenso ambiente y la escalada continua de operaciones que mantienen a ambas naciones en alerta máxima.
Leer noticia completa en El Pais.