El Gobierno de Japón ha resaltado que los recientes bombardeos de Estados Unidos en Irán evidencian la intención de Washington de desescalar las tensiones en la región y prevenir que Teherán adquiera armas nucleares. En un comunicado, el ministro de Exteriores japonés, Takeshi Iwaya, expresó esta postura tras la cautelosa reacción del primer ministro Shigeru Ishiba, quien evitó manifestar un respaldo explícito a la intervención estadounidense. Japón subrayó la importancia de reducir la tensión lo más pronto posible mientras se impide el desarrollo nuclear por parte de Irán.
En este contexto, Japón, dependiente de Oriente Medio para el suministro de hidrocarburos, ha emprendido acciones para evacuar a ciudadanos y familiares japoneses residentes en Irán e Israel, aprovechando rutas a través de terceros países. Actualmente, se estima que alrededor de 200 japoneses se encuentran en Irán y 1,000 en Israel, según informaciones del Ministerio de Exteriores. La medida de evacuación refleja la preocupación del Ejecutivo nipón por la creciente inestabilidad en la región y su impacto potencial en los recursos energéticos críticos para el país.
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