El grupo islamista Hamás condenó enérgicamente la intercepción del barco de ayuda humanitaria Madleen por parte del ejército israelí, calificando el acto como "terrorismo de Estado". La embarcación, que llevaba a bordo 12 activistas, entre ellos la destacada activista ambiental Greta Thunberg, tenía como destino la Franja de Gaza. Según Hamás, esta intercepción simboliza un ataque a la conciencia humana, al impedir la entrega de ayuda en un contexto de bloqueo y ofensiva militar que ha dejado a los gazatíes en una situación precaria. En un comunicado, el grupo destaca que los activistas buscaban romper el asedio y denunciar el "crimen del hambre" ejercido por Israel, mientras insistía en que tal acto vulnera el derecho internacional y llama a la ONU a intervenir.
El Madleen, parte de la coalición Flotilla de la Libertad, fue desviado al puerto israelí de Asdod tras su captura. Durante las operaciones, las fuerzas israelíes fueron acusadas de "secuestrar" a los tripulantes, lo que provocó una alerta en redes sociales instando a la comunidad internacional a ejercer presión diplomática. Hamás aplaudió la valentía de los activistas y reiteró que el episodio no silenciará la solidaridad global con Gaza; al contrario, afirman, acentuará el aislamiento de Israel en la opinión pública mundial. Con solicitudes explícitas para liberar a los activistas inmediatamente, Hamás persiste en su llamado a romper el bloqueo que asfixia a la región desde marzo, augurando que este evento fortalecerá la resistencia internacional contra las políticas israelíes en la zona.
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