La intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea podría afectar directamente a una amplia gama de productos del día a día en Europa. Como respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Washington sobre el acero y el aluminio, la UE planea implementar un enfoque en tres fases. A partir del 15 de abril, reintroducirá aranceles sobre productos previamente gravados en 2018, como cigarrillos, arroz, maíz dulce y calzado, revirtiendo así las suspensiones acordadas en 2021 bajo la mediación del expresidente estadounidense Joe Biden. Sin embargo, el whisky bourbon ha quedado exento de esta reactivación para evitar represalias de hasta el 200% sobre el vino y las bebidas alcohólicas europeas, tras advertencias directas de Donald Trump.
La segunda fase, programada para el 16 de mayo, añadirá nuevos productos al listado de aranceles del 25%, incluyendo minerales de cobre, maquinaria y determinados alimentos como carne de ave y café. En la última fase, a partir del 1 de diciembre, se gravarán artículos como derivados de soja y almendras. La CEE también ha incluido productos como los colchones, espejos y electrodomésticos en su lista ampliada; sin embargo, la posibilidad de medidas adicionales está en discusión ante el incremento al 20% de los aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos. Bajo la dirección de Ursula von der Leyen, la Unión Europea mantiene su postura abierta al diálogo, pero se declara lista para emprender una estrategia escalonada en defensa de sus intereses comerciales en un entorno de creciente tensión internacional.
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