La guerra entre Ucrania y Rusia ha entrado en una nueva fase con un significativo ataque ucraniano de 45 drones sobre Moscú y otras regiones rusas, marcando uno de los mayores ataques contra la capital desde febrero de 2022. Desde el 6 de agosto, miles de soldados ucranianos han avanzado en la región rusa de Kursk, controlando más de 1.250 kilómetros cuadrados y más de 90 asentamientos. El avance ha evidenciado la incapacidad de Rusia para asegurar sus fronteras. El reciente ataque con drones, que no dejó víctimas ni daños materiales, llevó a la suspensión temporal de vuelos en varios aeropuertos de Moscú. El ejército ucraniano también reportó un ataque a un sistema de misiles S-300 en Rostov.
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