En medio de la prolongada guerra entre Ucrania y Rusia, ha resurgido una controversial propuesta: la posible cesión de territorios ucranianos a cambio de la ansiada paz. Según informaciones del diario alemán Der Spiegel, discuten seriamente en el gobierno de Kiev la opción de renunciar a su objetivo de restaurar completamente su integridad territorial, lo que incluiría ceder algunas áreas a Rusia. Esta idea choca de frente con la postura previamente adoptada por el presidente Volodímir Zelenski, quien ha defendido incesantemente la recuperación total de todos los territorios ocupados y ha declarado reiteradamente que no harían concesiones a Moscú. No obstante, la persistente ocupación rusa, que abarca más del 20% del territorio ucraniano, junto con las inciertas proyecciones políticas en Estados Unidos, parecen estar forzando a Ucrania a reevaluar sus opciones.
Factores adicionales que empujan a Ucrania a considerar esta medida incluyen la continua presión militar rusa en el este del país y el posible cambio de postura en el apoyo estadounidense tras las próximas elecciones presidenciales. Donald Trump, quien ha expresado su intención de reducir o retirar el apoyo a Ucrania, contrasta con la posición de Kamala Harris, que se opone a cualquier plan que implique la cesión de grandes porciones de territorio. En las regiones parcialmente controladas por las fuerzas rusas, como Donetsk, Lugansk, Jersón, Zaporiyia y la península de Crimea, la posibilidad de una paz negociada con concesiones territoriales suscita un intenso debate. A pesar de la disminución de la oposición a esta idea desde julio, cuando el 55% de los ucranianos aún se declaraba en contra, Zelenski insiste en que cualquier concesión debe contar con el respaldo de un referéndum, recordando que un resultado en favor de la cesión podría ser visto como una victoria para Putin.
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