En un escenario marcado por la persistente guerra entre Rusia y Ucrania, el coronel Manuel Morato destaca la improbabilidad de una victoria ucraniana contra el potente ejército ruso. A sus 1.000 días de conflicto, Morato, una autoridad en temas de seguridad y conocedor del terreno, argumenta que el enfrentamiento actual es el resultado de decisiones políticas erróneas que podrían haberse evitado. Con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y una guerra de desgaste que parece infinita, señala que la situación mundial se torna aún más incierta. Desde su perspectiva, Ucrania nunca tuvo una posibilidad real de éxito en un enfrentamiento directo con Rusia, un gigante que, en términos militares, representa una amenaza inalcanzable para el país.
Además, Morato subraya que la implicación de la Unión Europea ocurre en un contexto de intereses económicos y políticos que, a su juicio, no necesariamente se alinean con las ventajas estratégicas para Europa. En su análisis, asegura que el conflicto podría haber sido gestionado de manera distinta, sugiriendo que los valores no deben ser el motor de decisiones cruciales en el ámbito internacional. Según su evaluación, el desenlace inevitable de este enfrentamiento será una negociación, la única vía lógica para salir de una guerra que no beneficia a ninguna de las partes en conflicto. La postura de Morato llama a una reflexión crítica sobre el papel que deberían jugar Europa y otras potencias en resolver este conflicto mediante mecanismos diplomáticos antes que militares.
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