Las Fuerzas Armadas de Ucrania han logrado un golpe significativo al destruir dos puentes en territorio ruso, utilizando minas que originalmente pertenecían al ejército ruso y drones económicos de bajo costo. Según informes, estos puentes, cercanos a la frontera con la región ucraniana de Járkov, eran vitales para el reabastecimiento de las tropas rusas. La operación destaca la adaptabilidad del ejército ucraniano, que ha capitalizado un recurso que los propios rusos planearon utilizar en caso de un avance ucraniano.
La estrategia ucraniana se basó en la detección de actividad inusual alrededor de los puentes. Un portavoz de la 58ª Brigada de Infantería Motorizada Separada reveló que emplearon un dron de reconocimiento especializado, equipado con fibra óptica, para examinar las estructuras. Al descubrir la presencia de minas en ambos puentes, las fuerzas ucranianas no dudaron en aprovechar la oportunidad para llevar a cabo el ataque. Con un costo de entre 600 y 725 dólares por dron, esta exitosa operación subraya la efectividad y el ingenio táctico del ejército ucraniano en el conflicto.
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