En España, la normativa de tráfico sanciona severamente el acto de saltarse un semáforo en rojo, con una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del permiso de conducir. En un intento por reducir esta infracción y aumentar la seguridad vial, ciudades como Madrid han implementado sistemas de semáforos equipados con cámaras. Estos dispositivos, conocidos como sistemas de foto-rojo, se activan cuando el semáforo está en rojo y capturan dos fotografías del vehículo infractor: una antes de la línea de detención y otra después, asegurando que el semáforo y la matrícula del coche sean claramente visibles. Las cámaras están diseñadas para funcionar día y noche, gracias a la tecnología de infrarrojos, y registran detalles precisos para facilitar la identificación del infractor.
Por otro lado, Madrid ha llevado a cabo una serie de medidas para combatir la contaminación ambiental, introduciendo la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Esta política, activa desde 2021, restringe la circulación de vehículos contaminantes. A partir de enero de 2025, las limitaciones se intensificarán, afectando a más de 15,000 vehículos. Sólo los coches con etiquetas ECO o de cero emisiones podrán circular libremente. Las furgonetas, motocicletas, ciclomotores y camiones sin etiqueta también estarán sujetos a estas restricciones. Mientras que las sanciones por incumplimiento pueden alcanzar los 200 euros, el Ayuntamiento, bajo la dirección de José Luis Martínez-Almeida, está considerando algunas excepciones debido a los avances en la calidad del aire. Estas medidas subrayan el esfuerzo de la capital española por equilibrar el desarrollo económico con la protección del medioambiente.
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