El boxeador británico se retiró del cuadrilátero dejando un mensaje contundente al hacer una referencia literaria a un célebre ladrón ficticio, comparándolo con el fallo de los jueces tras su contienda con el ucraniano. La metáfora utilizada por el pugilista busca destacar su desacuerdo con el resultado, sugiriendo que su rival obtuvo la victoria de manera injusta, similar a cómo el famoso personaje de novela obtiene lo que no le pertenece a través de artimañas. Esta comparación refleja el sentir de muchos aficionados que consideraban que el británico merecía un desenlace diferente en esta última pelea de su carrera.
El ucraniano, por su parte, celebró su triunfo manteniéndose al margen de las críticas, destacando que la pelea fue reñida y que dejó todo en el ring con un desempeño que consideró superior. En el ámbito deportivo, las opiniones están divididas; algunos expertos consideran que la pelea fue pareja, mientras que otros coinciden con el británico, cuestionando la imparcialidad de los jueces. Este tipo de controversias no es nueva en el mundo del boxeo, donde las decisiones por puntos suelen generar debates intensos sobre la justicia en los resultados de las peleas.
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