En Túnez, un tribunal antiterrorista ha dictado severas sentencias en un macrojuicio que implica a líderes de la oposición, un suceso sin precedentes desde el fin de la dictadura de Zin el Abidín Ben Alí en 2011. Este sábado, se ha condenado a 40 figuras políticas, ex altos cargos, intelectuales y empresarios a penas que varían entre los 13 y 66 años de prisión, bajo acusaciones de conspirar contra la seguridad del Estado. Este juicio marca una intensificación en la represión política del presidente Kais Said, quien disolvió el Parlamento en 2021. Entre los condenados destaca Jayam Turki Zaragoza, un socialdemócrata con pasaporte español, condenado a 48 años de cárcel, reflejando la alarmante situación de la oposición tunecina que abarca desde islamistas hasta laicos.
Simultáneamente, la Comisión Europea ha propuesto incluir a Túnez en la lista de países de “origen seguro”, lo que podría dificultar las solicitudes de asilo desde territorio tunecino en la UE. La medida busca racionalizar el colapso migratorio, aunque organizaciones de derechos humanos han expresado preocupaciones sobre recortes en las garantías del proceso de asilo. Las condenas y el juicio han sido criticados por su falta de transparencia y garantías legales, siendo juzgados en audiencias a puerta cerrada, lo cual ha sido denunciado por Human Rights Watch como parte de un incremento de las detenciones arbitrarias. Las acusaciones contra estas figuras opositoras, además, se basan en testimonios de testigos protegidos, lo que ha suscitado controversia y preguntas sobre el futuro político de Túnez bajo el mandato cada vez más autocrático de Said.
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