Durante el verano, la piel enfrenta retos significativos debido a la mayor exposición al sol, el cloro y el agua salada, así como el incremento de la transpiración. Por ello, es fundamental mantener una adecuada rutina de skincare que priorice la hidratación y el uso constante de protector solar, incluso en días nublados. Expertos en dermatología sugieren optar por productos más ligeros, como geles hidratantes y sérums ricos en vitamina C, para combatir el estrés oxidativo asociado con los rayos solares. En este contexto, la dermatóloga Cristina Eguren destaca la importancia de seguir utilizando retinol, un aliado en el cuidado de la piel, que no aumenta la sensibilidad al sol.
Además del uso de productos tópicos, Eguren enfatiza la relevancia de una dieta rica en antioxidantes, sugiriendo el consumo de alimentos de diferentes colores que refuercen la salud cutánea. Frutas y verduras como tomates, zanahorias, espinacas y uvas son fundamentales para proteger la piel. La especialista también insta a aprender a convivir con el sol, utilizar aplicaciones que informen sobre los niveles de radiación y, sobre todo, favorece el descanso nocturno, que permite la regeneración de la piel. Finalmente, resalta que las relaciones positivas y el bienestar emocional influyen notablemente en la salud de la piel, marcando el autocuidado como un enfoque integral.
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