Este viernes, en la base militar de Elmendorf-Richardson en Anchorage, Alaska, Donald Trump y Vladimir Putin llevarán a cabo una reunión clave para abordar la guerra en Ucrania y discutir el futuro de las relaciones económicas entre Estados Unidos y Rusia. La cita comenzará a las 11:30 hora local e incluirá un cara a cara entre ambos líderes, seguido de una sesión de trabajo con sus respectivas delegaciones. La organización del encuentro ha sido calificada como «intensa», con la participación de 32,000 efectivos de seguridad para garantizar que la cumbre se desarrolle sin incidentes.
A pesar de que tanto Washington como Moscú enfatizan que no existen acuerdos previos, el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, ha subrayado que la resolución del conflicto ucraniano será el tema central de la agenda, sin descartar otras cuestiones internacionales. La reunión se desarrollará bajo la mirada atenta de Kiev y las capitales europeas, donde el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha dejado en claro que su país no aceptará propuestas sin un previo consenso. Al finalizar, Trump y Putin ofrecerán una rueda de prensa conjunta, aunque las expectativas se presentan con cautela, con intentos de desescalada en tensión frente a temores de que el encuentro no produzca resultados tangibles.
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