Durante su visita oficial al Reino Unido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el rey Carlos III intercambiaron elogios en un banquete de Estado celebrado en el castillo de Windsor. Trump destacó su privilegio como primer presidente estadounidense en ser recibido en la residencia real y rindió homenaje al monarca, elogiando su dedicación a Gran Bretaña. El presidente también subrayó la profunda conexión entre ambas naciones, calificando su vínculo de “irremplazable e inquebrantable”. En un tono de optimismo, Trump afirmó que Estados Unidos ha visto mejoras significativas en su situación nacional.
Por su parte, Carlos III hizo hincapié en la importancia del compromiso de Trump para abordar diversos conflictos globales, aludiendo al apoyo a Ucrania ante la amenaza de la tiranía. El rey resaltó la larga historia de colaboración entre ambos países y bromeó sobre la posibilidad de un romance pasado entre Trump y un miembro de la familia Nixon. Durante el banquete, que reunió a 160 invitados, incluidos líderes políticos y empresarios de renombre, se sirvieron platillos elaborados, con un menú que incluyó pollo orgánico y un postre de helado. Aunque Trump es abstemio, se ofrecieron selectas bebidas en su honor, incluyendo Oporto vintage y champán, reflejando la relevancia del evento.
Leer noticia completa en 20minutos.