La comparecencia de la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se centró en el brutal asesinato de Iryna Zarutska, una refugiada ucraniana, en un tren ligero de Charlotte, Carolina del Norte. El agresor, Decarlos Brown Jr., de 35 años, con historial de enfermedad mental y múltiples arrestos, atacó a Zarutska sin motivo aparente, desencadenando un debate nacional. Un video del incidente mostró cómo la joven, quien trabajaba en una pizzería, fue apuñalada mortalmente, generando indignación. Brown enfrenta ahora un cargo federal que podría llevarlo a la pena de muerte. El presidente Trump utilizó el incidente para criticar a los demócratas por ser laxos en materia de criminalidad, impulsando un mensaje de mano dura con imágenes del ataque.
El asesinato ha avivado debates políticos y raciales en EE.UU., con Trump relacionando varias ciudades gobernadas por demócratas con altos índices de criminalidad. Sus declaraciones reflejan una retórica agresiva, mientras las tensiones raciales se intensifican. El caso ha sido explorado por figuras influyentes como Elon Musk, quien ha cuestionado la cobertura mediática y resaltado disparidades raciales. Medios conservadores han contrapuesto el tema con el escándalo de una felicitación comprometida atribuida a Trump, desviando la atención del controvertido mensaje. La división entre izquierdas y derechas en la interpretación de los sucesos subraya la creciente polarización en el escenario político estadounidense.
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