El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado interrumpir todo contacto diplomático con Venezuela, instruyendo a su enviado especial, Richard Grenell, para detener cualquier acercamiento con el chavismo y el presidente Nicolás Maduro. Esta decisión llega en medio de una creciente tensión entre Washington y Caracas, en el marco de una ofensiva que Trump ha intensificado. En una reciente declaración, el mandatario insinuó que está preparado para avanzar hacia una nueva fase de su operación, que podría incluir llevar a tierra las acciones contra los cárteles de drogas. Esta postura se enmarca en un contexto de continuas acciones militares estadounidenses en la región.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció recientemente una operación militar frente a las costas venezolanas, resultando en la muerte de cuatro tripulantes de una lancha, acusados de narcoterroristas sin aportar pruebas. Este ataque se suma a otros tres llevados a cabo en las últimas semanas, sumando un total de 21 fallecidos, según cifras no confirmadas oficialmente. En paralelo, el Departamento de Justicia ha duplicado la recompensa por la captura de Nicolás Maduro, acusado por Trump de encabezar organizaciones criminales. A nivel internacional, el reconocimiento de los resultados electorales de Maduro ha sido ampliamente cuestionado, aumentando la presión política sobre su gobierno.
Leer noticia completa en El Pais.