Las recientes declaraciones de Donald Trump han generado una nueva controversia al confundir a España con un miembro de los BRICS, un grupo de economías emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Esta equivocación tuvo lugar durante una conferencia de prensa en el Despacho Oval cuando, al ser cuestionado sobre la contribución de España a la OTAN, Trump afirmó que el país europeo formaba parte del grupo BRICS y sugirió un arancel del 100% a los negocios que operan con Estados Unidos provenientes de estos países. Este error subraya un desconocimiento del ex presidente sobre la estructura internacional actual, dado que el grupo BRICS recientemente ha expandido su influencia al invitar a otros países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, pero no a naciones europeas como España.
La cumbre más reciente del BRICS, celebrada en Kazán, Rusia, ha permitido al presidente ruso, Vladimir Putin, consolidar relaciones con nuevos miembros potenciales y enviar un mensaje de apoyo pese al aislamiento de Occidente debido a la invasión de Ucrania en 2022. En este contexto, el grupo BRICS, que ahora se conoce como BRICS+, representa un considerable porcentaje del PIB global, superando al G7 en algunos indicadores económicos. No obstante, la diversidad de sistemas económicos y políticos entre sus miembros plantea desafíos de coordinación y cohesión interna. Simultáneamente, la decena de asistentes a la cumbre del BRICS refleja la disposición de varios líderes internacionales para cultivar relaciones con Moscú, un movimiento estratégico para Putin en tiempos de crecientes sanciones contra Rusia y restricciones personales derivadas de la orden de arresto internacional en su contra.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.