El expresidente Donald Trump perdió la compostura durante su primer debate electoral contra la vicepresidenta Kamala Harris, dejando atrás un inicio sin insultos ni interrupciones. En su discurso, Trump reiteró sin pruebas haber ganado las últimas elecciones, acusó a Harris de copiar su programa y la tildó de marxista. A lo largo de los 90 minutos, Trump evitó mirar a Harris mientras ella lo encaraba y advertía al público sobre un posible regreso del republicano a la Casa Blanca. Harris destacó su apoyo por parte de figuras republicanas históricas e instó a los votantes a pasar página. Los moderadores, David Muir y Linsey Davis, trataron de mantener el control, desmintiendo afirmaciones y requiriendo explicaciones, aunque Trump rechazó responder y sugirió abandonar el estudio para abordar temas más importantes como la inmigración.
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