El debate presidencial en Estados Unidos, celebrado en el National Constitution Center de Filadelfia, se caracterizó por un enfrentamiento de «tres contra uno», donde la vicepresidenta Kamala Harris, los moderadores David Muir y Linsey Davis, de la cadena ABC, se aliaron en sus ataques contra el ex presidente Donald Trump. Durante el intercambio, Harris fue presentada como una agresiva contendiente que acusó repetidamente a Trump de ser un líder débil y divisivo, sin enfrentar mayores cuestionamientos por parte de los moderadores sobre sus propias inconsistencias y polémicas políticas. Trump, por su parte, destacó las falencias de la administración Biden-Harris, incluidos los desafíos en la economía, inmigración y seguridad. El encuentro reflejó no solo el constante choque entre ambos candidatos, sino también las críticas sobre el manejo y la imparcialidad del debate.
Leer noticia completa en OK Diario.