Andrew Bailey, fiscal general de Misuri, dejará su cargo para unirse al gobierno de Donald Trump como subdirector del FBI. Bailey, conocido por su lealtad al expresidente, compartirá el puesto con Dan Bongino, un ultraconservador que ha tenido roces con Pam Bondi, fiscal general, por su manejo del caso Jeffrey Epstein. Aunque el anuncio oficial se retrasó mientras el Departamento de Justicia revisa el perfil de Bailey, se ha hecho pública su decisión de asumir el cargo bajo Kash Patel, el controversial director del FBI designado por Trump.
Bailey ha sido un destacado defensor de causas conservadoras, incluyendo demandas contra políticas de Joe Biden y restricciones antiaborto en Misuri. Sus acciones han generado controversia, como en agosto cuando amenazó con acciones legales contra un gimnasio que permitió el uso de vestidores femeninos a una mujer trans. El nombramiento de Bailey se produce en un contexto de tensiones dentro del movimiento MAGA, exacerbadas por la gestión del caso Epstein, que ha revelado divisiones internas y debilitado la posición de Bongino dentro del grupo radical.
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