En una declaración sorpresiva, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su intención de «recuperar el Canal de Panamá» o provocar «algo muy gordo», coincidiendo con la visita oficial de su secretario de Estado, Marco Rubio, a Panamá. Las afirmaciones de Trump, realizadas al bajar del avión tras un fin de semana en su mansión de Mar-a-Lago, vienen acompañadas de acusaciones de que Panamá estaría «violando los tratados», en referencia a los Acuerdos Torrijos-Carter de 1977 que transfirieron el control del canal a Panamá. Esta declaración aviva las tensiones sobre el control del estratégico paso interoceánico, a pesar de que el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha negado rotundamente que China gestione el canal, desmintiendo las afirmaciones del mandatario estadounidense.
Por su parte, el viaje de Marco Rubio ha comenzado a mostrar resultados, ya que logró un compromiso por parte de la Autoridad del Canal de Panamá para trabajar con la marina estadounidense a fin de optimizar el tránsito de sus embarcaciones. Mientras tanto, la amenaza de Trump de retomar el canal si no se atienden sus preocupaciones añade un matiz de incertidumbre. Según un comunicado del Departamento de Estado, Rubio expresó al presidente Mulino el descontento de EE.UU. con el estado actual de las relaciones respecto al canal, advirtiendo que podrían tomar medidas para proteger sus derechos bajo el tratado vigente si no se producen cambios inmediatos. Esta controversia marca un nuevo capítulo en la histórica relación entre ambos países respecto a la importante infraestructura.
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