En una reciente declaración, el presidente se ha distanciado de la decisión del Pentágono de no enviar baterías antiaéreas a una zona en conflicto, argumentando que la medida se debe a problemas de stock. Esta postura generó controversia, ya que la seguridad en la región ha sido un tema crítico. Medios locales e internacionales han seguido de cerca la situación, y el presidente no ha escatimado en expresar su descontento con el presidente ruso, Vladimir Putin, calificando la situación como «horrible.»
La relación entre ambos líderes se ha tensado aún más tras este incidente, que se suma a una serie de desacuerdos sobre seguridad y geopolítica. La comunidad internacional observa con preocupación cómo estas tensiones pueden influir en el equilibrio de poder global. Analistas políticos sugieren que la declaración del presidente refleja un intento de mantener su imagen al margen del descontento interno, mientras se sigue cuestionando la viabilidad de la estrategia militar actual.
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