El presidente de Estados Unidos está considerando incluir a Moscú en las negociaciones nucleares con Irán, que hasta ahora han sido de carácter bilateral entre Washington y Teherán. Esta propuesta surge en medio de un contexto global tensionado y con el objetivo de aumentar la presión diplomática sobre Irán para que cumpla con los acuerdos internacionales en materia nuclear. La posible inclusión de Rusia busca consolidar un frente común que fortalezca las conversaciones, ampliando así las perspectivas de alcanzar un pacto más sólido y eficaz.
La medida podría suponer un cambio significativo en la dinámica de las negociaciones actuales, introduciendo a un actor con intereses geopolíticos propios. Rusia, que mantiene relaciones estrechas con Irán, podría desempeñar un papel clave en mediar y facilitar un entendimiento entre ambas partes. Esta estrategia refleja un esfuerzo por parte de Estados Unidos para renovar su enfoque en la diplomacia multilateral y subraya la importancia de la colaboración internacional frente a los desafíos nucleares.
Leer noticia completa en El Mundo.