El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para discutir la posibilidad de un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia. La visita busca aprovechar el impulso de Trump en Oriente Medio tras atribuirse el mérito del alto el fuego en Gaza. En un cambio significativo respecto a encuentros anteriores, Trump y Zelenski mostraron una sintonía renovada, destacada por un ambiente más cordial en comparación con su tumultuosa reunión de febrero. No obstante, centraron sus conversaciones en temas delicados, incluyendo la posible entrega de misiles Tomahawk a Ucrania, lo que Trump condiciona a que Rusia regrese a las negociaciones.
La reunión ocurre tras una llamada entre Trump y el presidente ruso Vladímir Putin, con quien Trump planea reunirse en Budapest. Sin embargo, el Kremlin ha mostrado cautela sobre el encuentro. Mientras Zelenski busca asegurar armamento, incluida una propuesta de un “megaacuerdo” de 90.000 millones de dólares en armas estadounidenses, Trump se enfrenta a la presión europea y a su frustración por la falta de compromiso de Putin hacia un alto el fuego. Aunque ha evitado imponer sanciones directas a Rusia, Trump mencionó aranceles secundarios contra India por su relación energética con Moscú. La relación entre EE. UU. y Rusia permanece tensa, con la posibilidad de que el envío de misiles a Ucrania agrave la situación.
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