El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha manifestado su intención de reinstaurar la pena de muerte para los homicidios cometidos en la capital, como parte de su estrategia para combatir la delincuencia en Washington. Durante una reunión del gabinete, transmitida íntegramente, Trump mencionó que esta medida, aunque extrema, es necesaria según su administración. La propuesta, sin claridad sobre su implementación, se suma a otras medidas de control como el despliegue de miles de soldados de la Guardia Nacional en la ciudad, lo cual ha generado rechazo entre los residentes locales, pero ha encontrado respaldo significativo en otras partes del país, según una encuesta de Harvard CAPS-Harris.
A pesar de que los índices de criminalidad en la capital están en su punto más bajo en tres décadas, Trump argumenta que el nivel de delincuencia representa una crisis nacional, y ha iniciado una investigación sobre los datos oficiales. En la actualidad, Washington es vigilada no solo por la Guardia Nacional y fuerzas policiales metropolitanas, sino también por agentes federales de varias agencias. En este contexto, más de mil personas han sido detenidas y se han confiscado armas ilegales, mientras que activistas denuncian que estas acciones se utilizan como excusa para detener a migrantes indocumentados, profundizando las tensiones sobre la gestión de la seguridad y la inmigración en la capital.
Leer noticia completa en El Pais.