El gobierno de Washington ha acusado al gobernador de California, Gavin Newsom, de malgastar los fondos destinados a la construcción del tren de alta velocidad que uniría Los Ángeles con San Francisco. El proyecto, que ha estado plagado de retrasos y sobrecostos, fue inicialmente presentado como una solución innovadora para el transporte en el estado, pero ha enfrentado numerosos obstáculos. Las críticas señalan que la gestión financiera del proyecto ha sido ineficaz y que se han desviado fondos que podrían haberse utilizado de manera más eficiente.
El plan original debía conectar las dos grandes ciudades californianas en menos de tres horas, impulsando la economía y reduciendo el tráfico y la contaminación. Sin embargo, el proyecto ha visto un aumento significativo en los costos, superando con creces el presupuesto inicialmente propuesto. A pesar de los avances en ciertos tramos, el progreso ha sido lento, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad económica del proyecto y su utilidad futura. Newsom, por su parte, ha defendido sus acciones, argumentando que los desafíos inherentes a un proyecto de esta magnitud son complejos y requieren ajustes continuos para su realización exitosa.
Leer noticia completa en El Mundo.