En el día de su investidura como presidente en 2017, Donald Trump no perdió tiempo para dejar clara su agenda política al firmar una orden ejecutiva que tenía como objetivo empezar a desmantelar el Obamacare, la reforma sanitaria de su predecesor, Barack Obama. Esa fue la única orden firmada en su primer día, antes de participar en los tradicionales bailes inaugurales junto a su esposa, donde sugirió mantener abierta su cuenta de Twitter para comunicarse directamente con sus seguidores. Ahora, tras un nuevo triunfo electoral, Trump se prepara para tomar posesión nuevamente, con un enfoque renovado que parece ser una repetición de su primer mandato. Entre sus primeras acciones estaría abordar la problemática de los inmigrantes indocumentados en ciudades santuario y manejar la situación de TikTok, que ya ha dejado de operar temporalmente en el país.
Prometiendo tomar decisiones drásticas el mismo día de su entrada en el poder, Trump enfrenta la expectativa pública con su lista de prioridades, que van desde terminar con la nacionalidad por nacimiento hasta imponer nuevos aranceles a las importaciones de México y Canadá. Sin embargo, el escepticismo de su anterior mandato persiste, ya que muchas de las promesas iniciales del expresidente quedaron sin cumplir. Respecto a TikTok, Trump ha indicado que firmará una orden para extender el plazo de la aplicación china, planteando una posible negociación en la que Estados Unidos poseería el 50% de una nueva empresa conjunta. Esta estrategia podría indicar un enfoque más moderado en comparación a su previa postura intransigente hacia la plataforma, con la intención de proteger lo que percibe como riesgos para la seguridad nacional.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
