En un controvertido discurso, Robert F. Kennedy Jr. comparó las vacunas contra el COVID-19 con el genocidio de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, provocando indignación y rechazo en diversos sectores. Kennedy, conocido por sus posturas antivacunas, afirmó que la pandemia fue utilizada para llevar a cabo un «golpe de Estado», sugiriendo que existe una conspiración global detrás de las medidas de vacunación y control sanitario. Sus declaraciones han generado un intenso debate sobre la desinformación y el impacto de estas teorías en la lucha contra el COVID-19.
Kennedy también reiteró su creencia de que las vacunas pueden causar autismo, una afirmación desacreditada por la comunidad científica en múltiples estudios. Sus palabras han sido criticadas por expertos en salud pública, quienes advierten que tales comentarios pueden socavar los esfuerzos de vacunación y poner en riesgo la salud colectiva. Las declaraciones de Kennedy han sido condenadas por líderes judíos y defensores de los derechos humanos, que consideran inaceptable trivializar el Holocausto para promover una agenda personal. La polémica resalta la persistencia de teorías conspirativas en medio de una crisis sanitaria global.
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