El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha nombrado al ejecutivo petrolero Chris Wright como su candidato para dirigir el Departamento de Energía, una decisión que ha generado controversia debido a la postura de Wright como negacionista climático y su férreo apoyo a las energías fósiles y al fracking. Wright, quien ha sido consejero delegado de Liberty Energy, es conocido por comparar los esfuerzos para combatir el cambio climático con el comunismo de la era soviética, lo cual ha intensificado las preocupaciones entre grupos ambientalistas. Su nombramiento se alinea con la filosofía de Trump de aumentar la producción de gas y petróleo para lograr la «supremacía energética» de Estados Unidos, un enfoque que podría incluir la reanudación de permisos de exportación de gas natural bloqueados por la Administración Biden.
Wright, carente de experiencia política, también se unirá al nuevo Consejo Nacional de Energía, y de ser confirmado, reemplazará a la demócrata Jennifer Granholm al frente del Departamento de Energía. Granholm había impulsado políticas para fomentar el uso de vehículos eléctricos y energías renovables. La llegada de Wright podría marcar un cambio drástico en las prioridades del departamento, que además de administrar la Reserva Estratégica de Petróleo y gestionar la diplomacia energética estadounidense, tiene competencias clave en el desarrollo de tecnologías avanzadas y la gestión de residuos nucleares. En su plataforma, Wright ha minimizado la urgencia de una transición energética, asegurando que «no hay una crisis climática» en un video que publicó anteriormente, reflejando una postura que podría influir significativamente en la política energética del país.
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