La retirada de Joe Biden de la carrera presidencial ha desestabilizado al Partido Republicano, que había centrado su campaña en derrotarlo. Con Kamala Harris como nueva candidata demócrata, los republicanos enfrentan a una rival más joven y sin problemas de salud conocidos, en contraste con Donald Trump, cuyo historial médico y edad preocupan a los estadounidenses. Encuestas recientes muestran a Harris por delante de Trump, quien ahora debe replantear su estrategia. El partido republicano reconoce que su candidato debía enfrentarse a Biden para tener mayores probabilidades de éxito, pero con esta retirada, se enfrentan a nuevos desafíos, incluyendo la necesidad de movilizar recursos y ajustar su enfoque de campaña.
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